Por Álvaro Murillo | [email protected]
Una auditoría del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales de la Universidad de Costa Rica (LanammeUCR), identificó mejoras y correcciones en la nueva carretera “Circunvalación Norte” (ruta 39) entre La Uruca y Calle Blancos, pero también el riesgo de empozamientos y de nuevas fisuras en la capa asfáltica.
Después de 23 notas enviadas al Gobierno entre mayo de 2018 y diciembre del 2021, de análisis y pruebas de materiales, y de una auditoría técnica en agosto del 2020, el Laboratorio determinó que hubo mejoría en aspectos preventivos en las estructura de acero, en el curado de cunetas y en la resistencia de taludes a la erosión, además de en la capacidad de un tramo del pavimento y en obras constructivas en el apoyo de cunetas.
Sin embargo, los especialistas hallaron un cambio de material en relación con el pactado en el contrato para la construcción de cunetas, pues se utilizó otro de menor resistencia que podría presentar menor durabilidad, según el informe.
También señalaron que no hay datos suficientes para justificar técnicamente las características de los componentes del sistema de drenaje construido en el viaducto y que hay diferencias con los planos originales en cuanto a geometría y cantidad, por lo cual no queda clara la garantía de captación adecuada del agua llovida. Por tanto, no se pueden descartar charcos en espaldón y carriles cuando llueve fuerte.
Otro problema es que la mezcla “podría ser susceptible al agrietamiento por fatiga”, aunque presentó una “apropiada resistencia a la deformación permanente”, según los ensayos realizados por LanammeUCR.
El tramo “Circunvalación Norte” lo construye el consorcio Estrella-H. Solís con un financiamiento de $163 millones proveniente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), con el objetivo de completar la carretera periférica al área metropolitana de San José.
LananmeUCR recomendó vigilar las condiciones que pudieran provocar agrietamiento y evaluar antes de que acabe el proyecto la condición estructural del tramo afectado por el almacenamiento de elementos prefabricados, así como asegurarse con suficiente anticipación a la aceptación de las obras la protección contra erosión de los taludes donde no hay suficiente la vegetación.
Los investigadores también sugieren indagar las justificaciones para el uso de material de menor resistencia en las cunetas y verificar su condición antes de aceptar el proyecto. Además, minimizar las posibles afectaciones por encharcamientos en el viaducto y tomar las medidas para evitar posibles desviaciones en la calidad de mezcla asfáltica producida.
Desde 2019, un informe de la Gerencia de Conservación de Vías y Puentes del Conavi denunció el uso de fondos públicos para construir accesos privados a fincas, la intervención irregular en caminos municipales, y desórdenes en los programas de trabajo de la zona.
En lo que respecta al personal universitario, el rector de la Universidad de Costa Rica (UCR), Gustavo Gutiérrez, mencionó que la obligatoriedad de vacunación “no se ha levantado”
Luis Amador dijo este mediodía que no conoce aún el informe reciente de Lanamme-UCR sobre las grietas en obre en Circunvalación, pero señala que sería inadmisible en una estructura nueva.
Superficie en un tramo presentaba deterioro y deformaciones solo cuatro meses después de la inauguración de la obra que forma parte de la carretera de Circunvalación.
El funcionario, entonces director de la regional Huetar Norte de la Gerencia de Conservación de Vías y Puentes del CONAVI, dijo que los casi ¢1.300 millones invertidos se justifican porque "por cada dólar que se deja de invertir en mantenimiento hay que invertir cuatro en rehabilitación"
El aumento en las lluvias aunado a problemas como hundimientos en la vía y riesgo de derrumbes por deterioro de los taludes, constituye un riesgo para quienes transitan por esa carretera.
Campus Rodrigo Facio Brenes de la Universidad de Costa Rica, en San Pedro de Montes de Oca
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